Con el presente post no hago decodificación alguna ni análisis revelador. Simplemente quiero mostrar una situación muy curiosa que relaciona el caso del Boeing 777-2000 de Malaysia Airlines (perteneciente al Estado malasio) con una cinta que el famoso director japonés Takashi Shimizu concluyó desde hace dos años: 7500.
Bueno, pues resulta que esta película (7500) se buscaba estrenar en agosto de 2012 pero por cuestiones de la distribuidora CBS Flims, la aplazaron hasta abril de 2013; nuevamente fue postergada para octubre y luego para marzo de 2014.
Por lo visto no llegará pronto a las salas de cine. Hace semanas se informó que podría ser lanzada hasta mayo de 2016.
¿Qué rayos traen con esta producción cinematográfica?
¿Por qué tanto postergamiento?
Ahora, como ya todos nos hemos enterado, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines está desaparecido. La Policía de Malasia, que trabaja de manera conjunta con las agencias de inteligencia de otros países (entre ellas la CIA) dijo que entre las posibles causas (de la desaparición del avión con 239 personas a bordo) se encuentra el secuestro y el sabotaje, aunque no ha trascendido ningún indicio para afianzar dichas tesis.
A medida que pasan los días, el caso del avión de Malasia que se perdió en el aire, incrementa los mitos sobrenaturales sobre su destino. Teorías conspirativas, elementos ficcionales, hipótesis de atentados. Nada se sabe hasta ahora. Nadie conoce donde está la aeronave de Malaysia Airlines que perdió contacto con tierra y que llevaba 239 pasajeros. Todo lleva a la duda permanente. Casi tanto, como lo que en su momento fue un caso mucho más cercano: el del misterioso TC-48 de la Fuerza Aérea argentina que se esfumó en el aire de Costa Rica en 1965 y que nunca fue localizado.
Pregunto yo: ¿Correrá este avión asiático la misma suerte que el latinoamericano TC-48?
Tomando nota de tal información sin resolver, vino a mi mente el recuerdo de otra película de Ciencia Ficción: The Langoliers (en México titulada como Grieta en el tiempo) donde igual, un vuelo comercial es víctima de un suceso que tiene que ver con dimensiones paralelas.
Basada en uno de los relatos cortos de Stephen King, The Langoliers fue producida en 1995 para la pantalla chica.
Como dije líneas arriba, no pretendo dar una explicación al contemporáneo enigma malayo. Pero al menos, para mí, es muy sospechoso que pospongan demasiado el estreno de "7500" donde por cierto, el destino final es Tokio... El destino del vuelo MH370 era Pekín. Ambas, capitales de países (de Oriente y más importantes de Asia) históricamente enfrentados.
En 1996, John Carpenter filmó Escape From L.A. (Escape de Los Ángeles) con Kurt Russell como protagonista, en el personaje de Snake Plissken. La trama inicia cuando supuestamente, el 23 de agosto del 2000 a las 12:59 P.M., un terremoto de 9.6 grados en la Escala de Richter azotó a la ciudad de Los Ángeles, desprendiendo su territorio del resto de Estados Unidos (norte y este) así como de la conexión sureña con México.
Con tal megasismo, John Carpenter en su película noventera de Ciencia Ficción, muestra un evento que, aún cuando no es parte central de la historia, tiene mucho más relevancia por sus implicaciones científicas y sondeos geológicos publicados ya desde hace años.
Pero antes de abundar en ello, veamos la secuencia que incluye al mencionado cataclismo:
Qué curioso... La "ficción" proyecta un sismo de 9.6 y la "realidad" obsequia otro de 6.9 grados. En fin. El punto es que Hollywood, una vez más, pronostica un evento que afectaría la vida de millones de personas. Y no es porque John Carpenter sea un profeta o un adivino o un sujeto con poderes sobrenaturales. No.
Ya lo he explicado antes: En su mayoría, la Ciencia Ficción hollywoodense está basada en información privilegiada que esta industria judeo-estadounidense utiliza para manipular a las masas, a su favor, con fines geopolíticos.
Hasta aquí algunos dirán: "¿Y de qué modo el gobierno yanqui sacaría provecho a un desastre con estas proporciones en su propio país?" Primero, hay que tener en cuenta que los mensajes no se implantan de manera casual. Segundo, quienes manejan la industria fílmica más influyente del mundo son individuos sin patria; ellos no piensan en términos de pueblos y naciones como sí lo hacemos nosotros, los de abajo.
Es patente que han abogado (con múltiple propaganda) por el Estado donde hoy viven, simplemente, por que así ha convenido. Pero al parecer su agenda ya está arribando a otros niveles.
Como también ya postulé en aportaciones anteriores, Hollywood rara vez ejemplifica entornos con tanta literalidad. El Programamiento Antecognitivo de sus ensambles funcionan subliminalmente.
Vayamos con los datos duros.
Según algunos investigadores, este megasismo podría tener una escala superior a los 8 grados Richter, a lo largo de la Falla de San Andrés con epicentro en Palm Springs (L.A.) destruyendo la corteza terrestre de norte a sur. Un estudio publicado el 23 de agosto del año 2010 (¡ojo con la fecha!) en la revista Geology por catedráticos de la Universidad de California Irvine y la Universidad Estatal de Arizona, dice lo siguiente: El Gran Terremoto del sur de California debería haber ocurrido, ya que el último de gran
magnitud se registró en 1857, cuando su tiempo promedio es de 41 a
88 años. Por esto, es importante crear conciencia sobre los riesgos que
implica un fenómeno natural cuyas probabilidades de producirse son
grandes.
Ahora, de acuerdo con la narración de Escape From L.A., corre el año 2013. Snake Plissken se introduce (obligado) a la desagradable L.A. futurista, pues debe rescatar un dispositivo tecnológico que fue robado por una organización de corte comunista.
Otro de los títulos que se le dieron a esta cinta en los carteles promocionales, en Estados Unidos, es: "Plan Your Escape This Summer". Haciendo referencia, claro, a que sería estrenada durante el verano de 1996. Pero lo que me intriga es que según su trama ficticia, el terremoto llegue un 23 de agosto y posteriormente, la afamada revista Geology publique dos informes también un 23 de agosto, sobre el "Gran Terremoto" que acecha las costas de California.
Luego, en diciembre de 2013, una fuerte sacudida provocó el hundimiento de 40 metros y la fragmentación de la carpeta asfáltica entre la carretera Ensenada-Tijuana -► http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=918863
Y creo que ya son suficientes indicios para al menos, pensar lo impensable. Pero tampoco deseo verme alarmista. (Aún cuando durante dos décadas, antes del 11 de septiembre de 2001, las películas hollywoodenses traían consigo diversas alusiones al auto-ataque perpetrado contra las Torres Gemelas).
Sin embargo yo que evito dejarme llevar por las apariencias, porque sé cómo opera Hollywood, sólo detecto una cuestión económica. Pero no por ello, deja de ser catastrófica.
Me explico: Escape From L.A. se complementa con otra producción más reciente: 2012. En ambas, la única ciudad que podemos ver derrumbándose en todo su esplendor, es la de Los Ángeles. Toda la metrópoli se hunde.
En "2012" (dirigida por Roland Emmerich) el protagonista (John Cusack) escapa de Los Ángeles (vaya similitud) con su familia, a bordo de una avioneta.
¿Y cuál es la ruta que toman para salvar sus destinos? ¡Jajaja! Pues nada más y nada menos que la República Popular de China.
Bueno, quien esté leyéndome, debe saber que la situación (económica) actual apunta sin rodeos a que la próxima gran divisa será el yuan, destronando al dólar en su calidad de moneda de reserva mundial. Sólo es cuestión de tiempo. Y no es "conspiranoia" ni alucinación propia.
Esta hilación de escenas hollywoodenses no es producto del azar. ¡Pero para nada! Yo considero que es la representación del traslado (programado) del centro del comercio internacional, del Atlántico hacia el Pacífico. Y por otra parte, el temor que refleja la sociedad estadounidense ante su debacle financiera.
Si volvemos a Escape From L.A., igual encontramos reticencias chino-coministoides. La más obvia es que (en tal película) la ciudad-isla de Los Ángeles, está dominada por un tipo llamado Cuervo Jones, absurdamente caracterizado como Ernesto "Ché" Guevara.
Claro, el "Ché" no era asiático. Pero ideológicamente era pro-chino. A diferencia de su falso amigo Fidel Castro, quien siempre fue pro-ruso. ¿Por qué en Escape From L.A. no caracterizaron al villano con la imagen de Castro? ¿Por qué, en cambio, sí utilizar la de Guevara? Reitero: Porque este famoso revolucionario latino era pro-chino -► http://untrenhastabeijing.wordpress.com/2008/10/29/che-el-amigo-de-mao/
¿Ahora ven cómo Hollywood sincroniza deliberadamente los guiones que difunde? Más que evidente... Al final, son como metáforas en celuloide: occidentales huyendo de las garras de una nueva fuerza que amenaza todo lo establecido.
Y tengo mucha más información, más datos al respecto, pero los guardaré para un artículo venidero que voy a titular "Hollywood confiesa la vulnerabilidad del Imperio gringo".
